PLÁSTICOS COMO CRIATURAS. SHIH CHIEH HUANG

Uno de los retos más importantes que tiene pendiente el hombre del siglo XXI, no es otro que la detención y eliminación de los plásticos generados por un sistema amoral y consumista. Es verdad que la concienciación del consumidor es algo primordial, pero no debemos olvidar el factor clave de este problema, las empresas que gestionan sus empaquetados y abusan sin límite de este material tan nocivo para el planeta. Precisamente esos plásticos y objetos que invaden hoy nuestro entorno, se han convertido en la materia prima de las esculturas con movimiento del artista taiwanés Shih Chieh Huang.

Unas esculturas que son realizadas a partir de electrodomésticos, plásticos y materiales que ya han quedado obsoletos y que el artista recicla para poder construir sus enormes piezas con vida. Entre arte, ciencia y tecnología el trabajo de Shih Chieh Huang nos propone una mirada esperanzadora ante un mundo cada vez más saturado de residuos y de objetos fuera de uso. La obsolescencia junto con la caducidad programada de todo objeto cotidiano, se convierte en la trampa para que la cadena de producción de las grandes empresas nunca pare.

Shih Chieh Huang ©

Tras realizar una beca de investigación en el Museo Smithsoniano de Historia Natural sobre organismos bioluminosos del mar, Shih Chieh Huang, comenzó a sentir interés por el modo de comportarse de estas criaturas. Gracias a esta investigación realizada en 2007, Shih Chieh Huang comienza a realizar sus criaturas imitando el movimiento natural en su hábitat y los distintos patrones de luz que generaban.

Shih Chieh Huang “Incubate” © Galería Ronald Feldman

La obra de Shih Chieh Huang consigue transformar el espacio en un entorno inmersivo y onírico, donde la luz, el color, el sonido y la maquinaria electrónica, componen una serie de criaturas que se abren paso desde la oscuridad. Colgadas en el techo o reposando en el suelo, estos seres de plástico parecen estar dotadas de vida propia, con una cierta autonomía que nos habla de vida, de movimiento y de libertad. Esculturas motorizadas, en forma de delicados tentáculos y fabricadas a partir de bolsas de plástico que se iluminan y cambian de color a medida que se inflan y desinflan favoreciendo un ambiente idóneo para la meditación.

El artista taiwanés con sede en Nueva York, presenta ahora en la Galería neoyorquina Ronald Feldman, una nueva instalación inmersiva titulada “Incubate”. Una instalación que evoca la bioluminiscencia de la oscuridad casi total de la Zona Disfótica del océano, también llamada la Zona Crepuscular. Una nueva mirada a la naturaleza, desde la biología, la tecnología y el reciclaje. Una nueva criatura que nos invita a reflexionar sobre el uso de los objetos cotidianos y el terrible impacto que estos tienen en nuestro entorno.

Eduardo Álvarez | Madrid | 13 de Marzo 2019

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