Daniel Canogar (Madrid, 1964) recibió un master con especialización en fotografía de la New York University y el International Center for Photography en 1990. Como artista visual trabaja con fotografía, video e instalación. Ha realizado diversos trabajos en espacios públicos, entre ellos Waves, una pantalla escultórica de LEDS instalada permanentemente en el atrio del 2 Houston Center en Houston; Travesías, una escultura de LEDs realizada para el atrio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas con motivo de la presidencia española de la Unión Europea en el 2010; Constelaciones, el mosaico fotográfico más grande de Europa creado para dos puentes peatonales que cruzan el río Manzanares en el Parque MRio en Madrid; Helix, una pantalla escultórica permanente de LEDS hecha para Quantum of the Seas, crucero de Royal Caribbean y Clandestinos, una video proyección sobre monumentos emblemáticos, presentado sobre los Arcos de Lapa de Rio de Janeiro, la Puerta de Alcalá de Madrid y la iglesia de San Pietro in Montorio en Roma.
¿Qué materiales utilizas para desarrollar tu trabajo?
Uno de los materiales fundamentales es la informática, en toda mi obra siempre interviene el ordenador en algún momento, se convierte en una herramienta que siempre utilizo para procesar. El código electrónico.
¿Qué temas sueles abordar en tu obra? ¿De dónde sueles nutrirte?
Un tema que trato mucho es la memoria, sobre todo la memoria conectada a objetos descartados. Me interesa la huella que hay implícita en esos objetos tecnológicos que han quedado obsoletos y ahora descartamos. Me nutro o me inspiro mucho en las chatarrerías y centros de reciclajes, son lugares donde me encuentro con estos objetos.
¿Qué significa para ti “lo accidental”?
Lo accidental es realmente para mí, dejar que los materiales con los que estoy trabajando me digan por donde quieren tirar.
En estos últimos años, ¿hacia dónde ha evolucionado tu trabajo?
Mi trabajo ha evolucionado hacia el arte público, obras escultóricas de grandes dimensiones diseñadas para grandes espacio. Esta ha sido la novedad de estos últimos tres años.
© Madridartprocess
En tus obras sueles utilizar materiales tecnológicos obsoletos mezclado con la representación de la condición humana, ¿qué relación estableces entre estas dos entidades?
Sobre todo una meditación sobre la vida y la muerte, tanto en el ser humano como en las tecnologías. El hecho de que las tecnologías tengan una fecha de caducidad, para mí las hace más humanas, y por tanto, las encuentro más cercanas. Mi obra hace esa reflexión entre una y otra.
¿Qué reacciones esperas producir en el público con tu obra?
Sorpresa inicial seguido por una meditación sobre la condición humana, sobre la relación del ser humano con el mundo en el que vive, las nuevas tecnologías que le rodean, etc. Un primer impacto visual seguido por una meditación personal sobre lo que está viendo.
¿En qué distrito de Madrid se encuentra tu estudio?¿Qué es para ti ese entorno?
En el distrito de San Blas, cerca de Suanzes. La zona donde yo tengo el estudio, se trata de un barrio industrial de los años 60 o 70 fundamentalmente, que ha sido abandonado por lo que es la industria, que se ha ido a la periferia, y esto se ha quedado como un lugar de oficinas y de estudios de arquitectura, empresas de electrónica etc. Para mí ha sido importante tener un estudio en una zona industrial, porque me ha permitido un espacio diáfano donde hacer obras de grandes dimensiones y tener el lujo de trabajar con la instalación que es el medio que más me gusta. La verdad es que en Madrid hay pocos barrios industriales relativamente cerca de la ciudad, donde se puedan encontrar espacios que se acerquen al concepto americano de “loft”, por eso valoro mi distrito.
¿Sueles trabajar de día o de noche?
De día, a mí me gusta mucho las mañanas, para mí son las horas más frescas.
¿Utilizas las redes sociales?
Si, sobre todo Twitter y Facebook.
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¿Cuáles son tus referentes o fuentes de inspiración?
Son muy variopintas, desde una serie de artistas que me inspiran, y siempre me interesa ver las últimas obras que hacen como pueden ser Anthony McCall, Tony Oursler, o cosas que no tienen nada que ver con el arte, como pueden ser las crónicas, las noticias..., me dan muchas ideas, imágenes y videos que veo, acontecimientos sociales o políticos, es muy variado y muy sorprendente, nunca se sabe de dónde te va venir la referencia para una futura obra.
¿Qué consejo darías a un artista que comienza ahora su carrera?
Que se cuide mucho de poder boicotearse, de ponerse la zancadilla. Yo creo que la diferencia entre un artista que llega a desarrollar su trabajo, exprimirlo y poder vivir de ello y el que no, se trata casi de una cuestión psicologica y mental que otra cosa. Si no tienes convencimiento de que puedes hacerlo, no lo consigues, muchas veces los verdaderos obstáculos los tenemos dentro de la cabeza, y son de los que tenemos que estar más vigilantes.
¿Crees que falta en nuestro país un plan estratégico para favorecer la internacionalización de nuestros artistas?
Sí, creo que hace falta. De hecho creo que ya ha habido intentos pasados, que no han sido mas que proyectos que yo llamo proyectos paracaídas. Exposiciones de arte español que se han sido organizadas en instituciones de referencia en el extranjero, yo mismo he participado en alguno de estos proyectos, pero que luego no han entrado para nada en el tejido local. Por eso creo que es necesaria una estrategia, sobre todo una reconsideración de lo que se ha hecho mal, para no cometer los mismos errores.
¿En qué situación profesional te encuentras actualmente? ¿Estás implicado en algún proyecto que se celebre pronto? ¿Dónde y cuándo?
Estoy montando una exposición itinerante por Latinoamérica, que primero estará en Montevideo, después en Lima y finalizará en Santiago de Chile.
En la sociedad contemporánea, ¿qué papel crees que debería tener el arte?
Yo creo que el arte no debe tener una tarea, debe tener muchas. Desde ser un lugar de reflexión o como herramientas para reflexionar sobre el mundo que nos ha tocado vivir. Y porque no decirlo, entretener, hacernos disfrutar más de la vida, hacernos pensar más sobre ella. Para mí es una herramienta que nos ayuda a procesar la complejidad de la vida que nos ha tocado vivir.
¿Qué podrá ver el público que se acerque a tu estudio?
Podrá ver varias obras que están sin acabar, obras en proceso, más unas 5 o 6 obras de reciente creación que están acabadas y todas relacionadas con tecnología, obsolescencia, memoria… creo que habrá cosas interesantes para el espectador.
Entrevista: Eduardo Álvarez